Uno de los problemas visuales de los bulbos de primavera es el follaje que queda después de la flor. El follaje puede resultar poco atractivo a la vista si es que los bulbos están plantados en un lugar muy visible dentro del diseño del jardín. El follaje no debe segarse antes de que se torne amarillo y muera de manera natural.
El follaje de los bulbos más pequeños, tales como el de las campanillas de invierno y albarranillas, se muere rápidamente y no causa problemas. El follaje de bulbos más grandes, como el de los tulipanes y narcisos atrompetados, demorará semanas hasta morir. Recuerde que después de florecer la planta necesita que las hojas verdes produzcan alimento (fotosíntesis) que se almacena en el bulbo para el crecimiento del año próximo. Si el follaje se sesga temprano, la planta no podrá seguir produciendo reservas para el año próximo. Esto da como resultado un bulbo débil que gradualmente irá declinando hasta morir.
Hay varias maneras para distraer la atención del follaje amarillento. Intercale los bulbos en la primavera con algunas plantas anuales de uno o dos colores. Ubique los bulbos detrás de las plantas sembradas en la parte frontal del cantero. Plante bulbos de flor más alta detrás de arbustos bajos ubicados en primer plano. Plante los bulbos junto a plantas pequeñas que cubren el suelo y perennes como las hostas o las azucenas amarillas.
Estacas
Algunos bulbos de flor de verano como las dalias y los gladiolos, de vez en cuando, necesitan soporte adicional para poder mantenerse erguidos. Para sostener aquéllas plantas de tallo débil resultan útiles los anillos de soporte. Las estacas también cumplen esta función. Coloque las estacas en la tierra cuando plante los bulbos o tubérculos así evitará dañarlos cuando estos ya hayan crecido.
Acolchado orgánico (mulch)
La tierra donde se planten los bulbos deberá cubrirse con dos o tres pulgadas de acolchado orgánico. Esto minimizará la fluctuación de temperatura y mantendrá un nivel óptimo de humedad. Los bulbos pequeños de floración temprana no deberán cubrirse con acolchado orgánico.
Recolección y almacenaje de bulbos de Otoño
Una vez que el follaje se marchita o madura al final de la primavera o a principios del otoño, el bulbo entra en estado de latencia. El verano es el período de latencia para los bulbos de primavera. A medida que el follaje va muriendo, las raíces que nutren el bulbo también van muriendo. Con las lluvias de otoño, el bulbo sale de la latencia del verano y las raíces comienzan a crecer nuevamente para proveer al bulbo de nutrientes y humedad.
Una vez que los bulbos de primavera entran en estado de latencia es el momento ideal para desenterrarlos si fuera necesario.
Recolección y almacenaje de bulbos de Otoño.
Si la elección es desenterrar los bulbos, estos deberán almacenarse en un lugar bien ventilado y deberán replantarse en el otoño. Cada cinco años los narcisos atrompetados y los crocus deben recolectarse y resembrarse para evitar el exceso de bulbos. La primera señal de exceso de bulbos será una flor más pequeña, florecimiento desparejo y alturas no uniformes. Cuando esto ocurre hay que sacar los bulbos de la tierra, dividirlos y resembrar de inmediato.
Recolección y almacenaje de bulbos de primavera
En el caso de las bulbosas de flor de verano, cuando las hojas comienzan a tornarse amarillas es momento de recolectar y almacenar los bulbos. Utilice una escardadera de lengüeta para desenterrar los bulbos. Limpie todo resto de tierra que esté pegada al bulbo, excepto en el caso de bulbos que se almacenan en macetas o con tierra alrededor.
En el caso de los bulbos de achimenes, begonias, cannas, caladium, dalias e ismene, no quite la tierra. Almacene estos bulbos en grupos sobre una capa levemente humedecida de turba o aserrín en un lugar fresco. Lávelos y sepárelos justo antes de plantarlos.
Despliegue los bulbos limpios en la sombra para que se sequen. Cuando estén secos, almacénelos resguardados de la luz solar en algún lugar fresco y seco como un sótano, bodega, garaje o cobertizo a aproximadamente 60° ó 65°F. Evite temperaturas de menos de 50°F o de más de 70°F salvo que haya recibido instrucciones diferentes para algún tipo de bulbo en particular.
Revise los bulbos para ver si tienen algún tipo de enfermedad. Guarde sólo bulbos grandes, firmes y sanos que no estén manchados. Deshágase de los bulbos pequeños.
Si tiene pocos bulbos para almacenar puede guardarlos en bolsas de papel que podrá colgar con hilo del cielorraso o de las paredes. Si tiene más cantidad de bulbos para almacenar, hágalo en bandejas con tela mosquera. Clasifique los bulbos por especie y variedad antes de almacenarlos.
Asegúrese de que circule aire por los bulbos que almacene. Nunca almacene bulbos a más de dos o tres capas de profundidad. Las pilas profundas de bulbos generan calor y podredumbre.
Lo ideal es que la mayoría de los bulbos que dan flor se almacenen durante bastante tiempo a una temperatura de 60°F a 68°F. Trate de mantener la humedad en el sitio de almacenaje lo más baja posible. Nunca guarde bulbos donde haya gas etileno producido por frutas. Los bulbos pueden almacenarse en recipientes con turba, arena, perlita o vermiculita. Otro método común para almacenar bulbos es colocarlos en una bolsa de tejido muy suelto y colgarlos en un lugar reparado y fresco. No divida ni separe los bulbos antes de almacenarlos.
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lunes, 23 de septiembre de 2013
martes, 17 de septiembre de 2013
Plantar Bulbos (1ª parte)
La compra de bulbos resulta una buena inversión ya que dan color a los jardines durante años. El otoño es la época ideal para plantar bulbos que florecerán en la primavera. La mayoría de los bulbos puede plantarse hasta el momento en que el suelo se congela.
Preparación del suelo
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La preparación adecuada del suelo es importante. El drenaje del suelo resulta esencial en el cultivo de bulbos. Si el suelo es muy arcilloso puede mejorarse si se le agrega compost, turba o alguna otra fuente de material orgánico. El material orgánico debe colocarse en las primeras doce pulgadas de suelo (dieciocho pulgadas es aún mejor).
Fertilización
Tanto los bulbos de primavera como los de verano necesitan fósforo para favorecer el desarrollo de la raíz. Recuerde que el fósforo una vez aplicado al suelo se mueve muy poco. Algunos bulbos se plantan a una profundidad de 6 a 8 pulgadas. La tierra que se encuentra debajo del lugar a donde se colocarán los bulbos será la que se mezclará con el fósforo para que las raíces puedan luego absorberlo. Mezcle harina de huesos o superfosfato con tierra en la parte inferior del cantero mientras lo prepara.
Si las plantas van a mantenerse en un cantero durante más de un año, se recomienda el agregado de más fertilizante. La tierra donde crecen los bulbos que florecen en la primavera debe mezclarse en el otoño con cinco cucharadas soperas de fertilizante soluble 10-10-10 (o fertilizante para bulbos similar) más dos tazas de harina de huesos cada diez pies cuadrados. No bien aparezcan los primeros brotes sobre la tierra en la primavera, repita la aplicación de fertilizante soluble antes mencionada. No fertilice los bulbos de flor de primavera después de que hayan empezado a florecer. Esto fortalece el crecimiento de la raíz y a veces acorta la vida de la flor.
Los bulbos de flor de verano y primavera deben fertilizarse una vez por mes desde que asoman los brotes hasta que la planta florece por completo. Aplique siete cucharadas soperas de fertilizante soluble 10-10- 10 (o fertilizante similar) divididas en dos o tres aplicaciones en diez pies cuadrados.
El pH óptimo de los bulbos es de 6 a 7. Para determinar si la aplicación de arcilla es necesaria para modificar el pH del suelo es necesario hacer un estudio del suelo. Si resultara necesario, habrá que agregar arcilla al suelo. Para lograr el buen desarrollo de los brotes, mezcle harina de huesos con la tierra antes de sembrar.
Antes de elegir el lugar adonde irá el bulbo en el contexto del paisaje será necesario tener en cuenta la luz que necesitará la planta. ¿Qué requiere la planta? ¿Sol, semisombra, sombra? Ya que los bulbos de principios de primavera florecen antes de que la mayoría de los árboles o arbustos comienzan a brotar pueden plantarse bajo estos árboles o arbustos sin problema. La mayoría de los bulbos de verano necesita sol o semisombra.
Los bulbos de flor de primavera plantados con orientación sur florecerán antes que los mismos bulbos plantados con orientación norte. Los bulbos de primavera plantados en una colina florecerán antes que los bulbos plantados en un llano. El aire frío es más pesado que el cálido y actúa como el agua. Fluye por la colina y se estanca en las zonas bajas.
La regla general para sembrar bulbos de primavera es plantarlos a una profundidad de dos a tres veces el largo del bulbo.
Profundidad de siembra
La regla general para sembrar bulbos de primavera es plantarlos a una profundidad de dos a tres veces el largo del bulbo. Esto significa que la mayoría de los bulbos grandes como los tulipanes o los narcisos atrompetados debe plantarse a una profundidad de aproximadamente 8 pulgadas mientras que los bulbos más pequeños deberán plantarse a una profundidad de 3 a 4 pulgadas aproximadamente. La profundidad se mide desde la parte inferior del bulbo. Esta regla básica de siembra no se aplica a los bulbos de verano ya que existen varios requisitos para la siembra de este tipo de bulbos. Para conocer cuál es la profundidad de siembra de los bulbos de verano, consulte la información provista con los mismos bulbos.
En el caso de los tulipanes, narcisos atrompetados y jacintos los bulbos deberán plantarse con la nariz hacia arriba y el disco de la raíz hacia abajo. El método más adecuado para realizar la siembra es cavar y ablandar la tierra de todo el cantero hasta la profundidad deseada. Luego colocar los bulbos en la tierra ejerciendo un poco de presión y cubrirlos con la misma tierra. Este método es mejor que el de sembrado individual con un plantador de bulbos. En muchos tipos de suelo los plantadores de bulbos no funcionan bien e incluso, a veces, no sirven para nada.
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Riego de bulbos
Riegue los bulbos después de sembrarlos. Esto hará que la tierra se asiente y además le dará la humedad necesaria para que la planta eche raíz. Los bulbos que se plantan durante el otoño deben echar raíz antes de que comience el frío. Para evitar que los bulbos se pudran, evite regar por demás al momento de la siembra.
En el caso de los bulbos de primavera y verano, comience a regarlos cuando aparezcan los primeros capullos si la tierra está seca. El riego superficial no dará resultado. Recuerde que los bulbos se han sembrado a 6 a 8 pulgadas de profundidad y que el agua debe llegar hasta esa profundidad. Mientras dure la etapa de brote, floración y desarrollo del follaje, agregue aproximadamente una pulgada de agua por semana si es que esta cantidad no fue provista por la lluvia. Al regar, moje sólo la tierra, evite que el agua alcance la flor. Los bulbos como los de allium o los bulbos de plantación poco profunda, se pudrirán rápidamente si se los riega por demás en el calor del verano.
Preparación del suelo
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La preparación adecuada del suelo es importante. El drenaje del suelo resulta esencial en el cultivo de bulbos. Si el suelo es muy arcilloso puede mejorarse si se le agrega compost, turba o alguna otra fuente de material orgánico. El material orgánico debe colocarse en las primeras doce pulgadas de suelo (dieciocho pulgadas es aún mejor).
Fertilización
Tanto los bulbos de primavera como los de verano necesitan fósforo para favorecer el desarrollo de la raíz. Recuerde que el fósforo una vez aplicado al suelo se mueve muy poco. Algunos bulbos se plantan a una profundidad de 6 a 8 pulgadas. La tierra que se encuentra debajo del lugar a donde se colocarán los bulbos será la que se mezclará con el fósforo para que las raíces puedan luego absorberlo. Mezcle harina de huesos o superfosfato con tierra en la parte inferior del cantero mientras lo prepara.
Si las plantas van a mantenerse en un cantero durante más de un año, se recomienda el agregado de más fertilizante. La tierra donde crecen los bulbos que florecen en la primavera debe mezclarse en el otoño con cinco cucharadas soperas de fertilizante soluble 10-10-10 (o fertilizante para bulbos similar) más dos tazas de harina de huesos cada diez pies cuadrados. No bien aparezcan los primeros brotes sobre la tierra en la primavera, repita la aplicación de fertilizante soluble antes mencionada. No fertilice los bulbos de flor de primavera después de que hayan empezado a florecer. Esto fortalece el crecimiento de la raíz y a veces acorta la vida de la flor.
Los bulbos de flor de verano y primavera deben fertilizarse una vez por mes desde que asoman los brotes hasta que la planta florece por completo. Aplique siete cucharadas soperas de fertilizante soluble 10-10- 10 (o fertilizante similar) divididas en dos o tres aplicaciones en diez pies cuadrados.
El pH óptimo de los bulbos es de 6 a 7. Para determinar si la aplicación de arcilla es necesaria para modificar el pH del suelo es necesario hacer un estudio del suelo. Si resultara necesario, habrá que agregar arcilla al suelo. Para lograr el buen desarrollo de los brotes, mezcle harina de huesos con la tierra antes de sembrar.
Antes de elegir el lugar adonde irá el bulbo en el contexto del paisaje será necesario tener en cuenta la luz que necesitará la planta. ¿Qué requiere la planta? ¿Sol, semisombra, sombra? Ya que los bulbos de principios de primavera florecen antes de que la mayoría de los árboles o arbustos comienzan a brotar pueden plantarse bajo estos árboles o arbustos sin problema. La mayoría de los bulbos de verano necesita sol o semisombra.
Los bulbos de flor de primavera plantados con orientación sur florecerán antes que los mismos bulbos plantados con orientación norte. Los bulbos de primavera plantados en una colina florecerán antes que los bulbos plantados en un llano. El aire frío es más pesado que el cálido y actúa como el agua. Fluye por la colina y se estanca en las zonas bajas.
La regla general para sembrar bulbos de primavera es plantarlos a una profundidad de dos a tres veces el largo del bulbo.
Profundidad de siembra
La regla general para sembrar bulbos de primavera es plantarlos a una profundidad de dos a tres veces el largo del bulbo. Esto significa que la mayoría de los bulbos grandes como los tulipanes o los narcisos atrompetados debe plantarse a una profundidad de aproximadamente 8 pulgadas mientras que los bulbos más pequeños deberán plantarse a una profundidad de 3 a 4 pulgadas aproximadamente. La profundidad se mide desde la parte inferior del bulbo. Esta regla básica de siembra no se aplica a los bulbos de verano ya que existen varios requisitos para la siembra de este tipo de bulbos. Para conocer cuál es la profundidad de siembra de los bulbos de verano, consulte la información provista con los mismos bulbos.
En el caso de los tulipanes, narcisos atrompetados y jacintos los bulbos deberán plantarse con la nariz hacia arriba y el disco de la raíz hacia abajo. El método más adecuado para realizar la siembra es cavar y ablandar la tierra de todo el cantero hasta la profundidad deseada. Luego colocar los bulbos en la tierra ejerciendo un poco de presión y cubrirlos con la misma tierra. Este método es mejor que el de sembrado individual con un plantador de bulbos. En muchos tipos de suelo los plantadores de bulbos no funcionan bien e incluso, a veces, no sirven para nada.
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Riego de bulbos
Riegue los bulbos después de sembrarlos. Esto hará que la tierra se asiente y además le dará la humedad necesaria para que la planta eche raíz. Los bulbos que se plantan durante el otoño deben echar raíz antes de que comience el frío. Para evitar que los bulbos se pudran, evite regar por demás al momento de la siembra.
En el caso de los bulbos de primavera y verano, comience a regarlos cuando aparezcan los primeros capullos si la tierra está seca. El riego superficial no dará resultado. Recuerde que los bulbos se han sembrado a 6 a 8 pulgadas de profundidad y que el agua debe llegar hasta esa profundidad. Mientras dure la etapa de brote, floración y desarrollo del follaje, agregue aproximadamente una pulgada de agua por semana si es que esta cantidad no fue provista por la lluvia. Al regar, moje sólo la tierra, evite que el agua alcance la flor. Los bulbos como los de allium o los bulbos de plantación poco profunda, se pudrirán rápidamente si se los riega por demás en el calor del verano.
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